El término “acero negro” se utiliza para hacer referencia a la tubería de acero que tiene una capa de óxido negro en la superficie. Esta capa de óxido negro se forma cuando el tubo es forjado y típicamente sellado con un aceite protector para evitar la corrosión. Debido a esta capa de óxido y a la cubierta protectora, las tuberías de acero negro requieren poco mantenimiento y son usadas en una gran variedad de aplicaciones, incluyendo los servicios de agua, vapor, aire y gas. Por lo regular los tubos de acero negro se cortan y enroscan en el exterior.
Dureza y uniformidad
Las tuberías de acero negro tienen una alta resistencia a la tensión, lo que las vuelve adecuadas para diversas y exigentes aplicaciones. La dureza de los tubos de acero negro evita la formación de grietas y permite una alta capacidad de carga. Una propiedad muy importante de estos tubos es su uniformidad. La resistencia a la tensión del acero negro es uniforme a lo largo del tubo, lo que asegura diámetros consistentes y predecibles.
Facilidad de instalación y flexibilidad
En comparación con las estructuras reticulares atornilladas, la instalación de tuberías de acero negro puede ser más rápida y sencilla. La construcción con extremos a rosca, con rebordes o soldadura permite a los diseñadores hacer ajustes según se requiera. Además de su fortaleza, los tubos de este material pueden fabricarse en exteriores y se puede trabajar con ellos en cualquier longitud. La disponibilidad de múltiples componentes y accesorios de acero negro reduce los costos y puede acelerar la fabricación de estructuras. Dependiendo de su aplicación y diámetro, estas tuberías pueden enroscarse o soldarse.
Mantenimiento y protección contra la corrosión
Una vez instaladas, las tuberías de acero negro tienen una resistencia superior a la oxidación y a la corrosión; éstas no presentan más daños externos que rasguños, raspones o cortaduras, por lo que no requieren mantenimiento prácticamente. Además de lo anterior, las tuberías de acero negro no se encogen y mantienen su forma y fuerza. Esto elimina la necesidad de volver a apretar o reparar soldaduras rotas. Este material es impermeable a los insectos, la putrefacción o el fuego, y si es necesario puede protegerse más pintándolo o galvanizándolo aplicando una capa de polvo o de zinc líquido.
Fuente: https://walworth.com/